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| Torta de zanahoria |
Cuando era chico iba a los cumpleaños y de verdad odiaba el momento del corte de la torta por que sabía que me iban a insistir en que comiera un pedazo y a mi no me gustaba ¿por que no comes torta nene? preguntaban... DALE!! un pedacito chiquito nomás!!! insistían. Durante años tuve que aguantar el asqueroso sabor de la crema, la masa, las bolitas dulces metalizadas y la grana colorinche pasar por mi garganta, tragaba eso como si se trataba de un jarabe asqueroso para la tos, solo un mordisco o dos pensaba, hasta que nadie me veia y tiraba el resto en alguna planta cercana o debajo de la mesa, todo abollado en la servilleta celeste (por que era varón). En cada cumpleaños tenía que aguantar este suplicio, más o menos el mismo que siento cuando digo que no bebo y llega el momento del brindis, nada más que ahora soy grande y los puedo mandar a la mierda cuando me insisten que un traguito no me hará nada. Que bonito es crecer.
Felizmente y de adulto descubrí dos tortas que me gustan (y mucho) esta y la de manzanas que hace mi hermana Sandra, que les tengo que hacer algún día.
Sobre el final hago la crema de coco, que había dicho que haría, y no encontré mejor excusa para hacerla que para acompañar esta torta de textura increible (y eso que aca no le pongo la taza de nueces que se pone opcional).
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| Crema de coco lista para usar |
Si no consiguen almiodón de mandioca (o yuca) para hacer la crema pueden prescindir de ello, pero quedará menos sólida, igual funciona muy bien para decorar tortas y otras con la manga. Escuché por ahí que anda bien con leche de soja o arroz en polvo, si hay suerte y encuentran probar.
